La tala clandestina, es un problema que padecen diferentes
municipios que tienen masa forestal y es una de las principales quejas de loa
habitantes de las zonas boscosas en la entidad, al respecto, Ana Teresa Casas
González, presidenta municipal de Jilotzingo, manifestó su frustración ante la
falta de sanciones ejemplares contra los sujetos que han logrado ser detenidos con
productos de tala o tierra, tras acciones permanentes pues aseguró, en su
municipio se ha logrado la captura de cuatro grupos de personas por estas
acciones.
“La verdad eso es lo que nos frustra y nos preocupa, y en
eso creo que también se debe legislar bastante, porque nosotros hacemos un
esfuerzo enorme de meses para tratar de seguir a estas personas y que las
autoridades correspondientes las detengan, y nos llevamos la sorpresa de que a
los pocos días los dejan en libertad, entonces, creo que eso sí es algo que
compartimos todos los municipios, y que ojalá se pueda hacer algo al respecto;
que la Fiscalía nos está apoyando por supuesto con muchas situaciones, sin
embargo, en este tema de determinar si son culpables o no, desafortunadamente
la mayoría de las veces pagan una multa o algo así, los detienen por algo menor
y los dejan salir a los pocos días, entonces básicamente es una burla para
nosotros y la seguridad pública del Estado, porque todos contribuimos y no
vemos resultados como quisiéramos verlos”.
La tala clandestina, afecta, no solo al medio ambiente, sino
a las áreas de desarrollo dentro de los municipios, por lo que pidió penas formales
o largas, para que sea evidente una sanción contra estas personas, ya que esto
afecta no sólo al estado, sino al país, porque es un delito que se encuentra en
todos lados.
Finalmente destacó que hay personas que si bien, recurren dentro
del municipio de Jilotzingo, al aprovechamiento forestal como sustento, son personas que el propio ayuntamiento tiene
identificadas, ya que cuidan el bosque y han trabajado en las brechas
cortafuego, respetan la normatividad y las recomendaciones de Probosque, sin afectar
otras zonas; son comuneros residentes de San Miguel y de Santa Ana, que además,
participan en actividades para regresar a la comunidad parte de lo que de lo
que obtienen, a diferencia de las personas que hacen tala ilegal que no
respetan los espacios marcados por la Conafor o Probosque en donde se puedan
realizar actividades de aprovechamiento forestal, y es que el 72% de Jilotzingo
es área forestal.
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Foto: redes Probosque
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