Hace 25 años el fotógrafo Gustavo Graf, al iniciarse como periodista, y con la intención de hacer un documental de la Cultura Otomí, llegó al municipio de Temoaya, y durante un año acompañado de su lente, retrató lo que hay alrededor de las fiestas religiosas entorno al Santuario del Señor Santiago.
“Esos negativos estuvieron 25 años guardados hasta que hace
ya tres años se publicó un libro con todas estas fotografías, reuniendo las
mejores 78 fotografías, me parece y están todas ahí en el libro y ahora lo que
logramos con la Universidad, fue que estas fotografías impresas se donara al
municipio de Temoaya, porque desde que vine aquí la primera vez hace 25 años,
mi intención era hacer una exposición aquí en Temoaya, porque la gente de Temoaya
se iba a reconocer en las fotos, y nada más me tardé 25 años”.
Lo que el fotógrafo encontró, fue una comunidad muy viva,
muy espiritual, religiosa concentrada en la figura del señor Santiago remarcada
con muchos detalles de sincretismo, del catolicismo si, pero lo más profundo era de la cultura otomí,
la manera en que celebraban es diferente a como lo hacen en cualquier otro
lugar del mundo, porque la cultura otomí está presente en cada momento y en
cada arreglo, en cada día y en cada fiesta.
Su identidad se demuestra y se refleja en sus ritos, y eso
es lo que el documentalista quiso mostrar la combinación de elementos católicos
cristianos con la cultura otomí en sus fotografías.
Finalmente detalló que después de 25 años la mancha urbana
alrededor del Santuario ha crecido, cuando antes era milpas o bosque, ahora,
después de tanto tiempo ya no es un pueblito, por lo que se debería hacer un
nuevo estudio fotográfico al respecto, para poder realizar a profundidad un
análisis del cambio que ha sufrido Temoaya.
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