¿Es posible un mundo sin armas? Parece difícil. Aun cuando la ONU tiene una Oficina de Asuntos de Desarme para ese fin, el gasto militar mundial en defensa ha alcanzado la cifra récord de 2.2 billones de dólares. Incluso la acumulación excesiva de armas convencionales, ligeras y de pequeño calibre siguen siendo una gran preocupación y dificultan la paz y la seguridad en todo el mundo. Por esto, es relevante que el 5 de marzo se celebre el Día Internacional para Concienciar sobre el Desarme y la No Proliferación, que pretende promover una mayor concientización sobre este tema.
El anhelo
general de un mundo en paz y sin armas quedó perfectamente plasmado en la
emblemática escultura de bronce llamada “Convirtamos
las espadas en rejas de arado” que se encuentra en la sede de las Naciones
Unidas en Nueva York y simboliza el deseo del hombre de poner fin a las guerras
y transformar los instrumentos de destrucción en herramientas que beneficien a
la humanidad. ¿Sabía que dicho nombre hace referencia a un pasaje del libro
bíblico de Isaías? (Isaías 2:4).
Un grupo
de la sociedad civil que ha encontrado razones de peso para creer que dicha
profecía bíblica se hará realidad en la Tierra son los testigos de Jehová. Cabe
destacar que los miembros de esta agrupación viven de acuerdo con dicha
convicción, por ejemplo, al ser objetores de conciencia al servicio militar,
aunque en algunos países esa postura les haya significado purgar condenas en
prisión. Nunca han participado en las guerras y rechazan firmemente toda forma
de violencia.
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