A mi Maestro Luis Hernández Palacios
Procurador Agrario
*Gonzalo Gabriel Estrada Cervantes
Parafraseando a Pablo Neruda, el presidente López Obrador, ha presentado veinte iniciativas de amor y un congreso bien afinado. Las iniciativas constitucionales propuestas el pasado 5 de febrero, pueden constituir la actualización de los sentimientos de la nación dictados por José María Morelos y Pavón, entre los años 1812 y 1813. Que constituían en aquel momento histórico la ruta a seguir para lograr un Estado de Bienestar.
Las veinte iniciativas propuestas engloban una serie de principios para la salvaguarda de los derechos humanos de los mexicanos en sus distintas vertientes económicas, políticas, sociales, culturales y ambientales. Es decir, los que han sido clasificados por los tratadistas como derechos humanos de primero, segunda, tercera y cuarta generación.
Es de destacar que las iniciativas campean entre el blindaje y el ejercicio de los derechos tanto individuales como colectivos, así como el fortalecimiento de ese artificio creado por la sociedad para lograr una convivencia armónica, como lo es el Estado. Tocan los aspectos fundamentales de educación, salud, trabajo y defensa de los recursos naturales del país y la recuperación de la rectoría del Estado en materia económica y la ratificación de que la propiedad es originaria de la nación y será concesionada sí, y sólo sí, es por el bien público.
Po otra parte, propone el adelgazamiento de la cámara de diputados y senadores con la desaparición de los diputados y senadores plurinominales, lo cual abre la posibilidad de que exista una real competencia político electoral y lleguen a las cámaras los que verdaderamente representen al pueblo y sean s su vez los más competitivos y a ser posible más preparados. Por lo que corresponde al poder judicial es destacable ese lance de que los jueces magistrados y ministros sean electos de manera directa por el pueblo. Esta será quizá una de las iniciativas más discutida y que por lo pronto, está generando un cisma en el otrora intocado poder judicial de la federación. Aunque parezca un contrasentido, la autonomía y la independencia, como el caos y la armonía, tienen un límite.
No pasa desapercibida la desaparición de organismos autónomos, “paraestatales”.
Este cerrojazo constitucional puesto y abierto a la discusión del pueblo de México obliga a reflexionar al electorado nacional sobre el país que tenemos, que deseamos y finalmente que queremos. Y agrego otro calificativo más, el país que merecemos.
Llevar adelante estas iniciativas para que queden plasmadas en nuestro texto constitucional obliga a que la próxima o el próximo presidente del poder ejecutivo federal tenga un Congreso de Diputados y Senadores afinado al interés superior del pueblo de México en donde nos desarrollemos todos con dignidad, seguridad, armonía y esperanza en un mejor país.
*El autor es Licenciado en Derecho, Maestro en Desarrollo Rural y en Derecho Ambiental y de Sostenibilidad. Diplomado en Unión Europea
chaloes@hotmail.com
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