De acuerdo con el Dr. Humberto Thomé Ortiz, investigador del Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales (ICAR) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) la ausencia de oportunidades de empleo, la falta de diversidad del trabajo, y al no existir una remuneración apropiada, es decir, al no tener un nivel que permita la satisfacción de las necesidades básicas de las personas como alimentación, salud, y educación, provoca que los pueblos rurales sean importantes puntos de migración principalmente internacional, hacia los Estados Unidos de Norteamérica.
La migración es un tema anclado a otros aspectos,
como el desarrollo territorial, el desarrollo rural, las cuestiones o los
estudios de género, de las juventudes, y en ese sentido se vuelve más
importante su estudio, porque así, refirió se va entendiendo la configuración
del campo.
“Son varias décadas de políticas económicas que han
impactado negativamente en el campo, ¿Qué quiere decir esto? Que impactan en la
capacidad del campo de generar empleos, empleos dignos y suficientes para las
personas”.
Refirió que ha sido la inercia de la globalización
y destacó que en el Estado de México hay principalmente dos zonas de migración.
“En el Estado de México tenemos muchas zonas pero
hay dos que son muy claras, que es el sur del estado, que hay un fuerte
movimiento migratorio porque salen del territorio; y también el norte en el
estado, serían como los dos polos más fuertes, y geográficamente son los que
están más aislados de las concentraciones urbanas, donde hay menos opciones de
empleo también”.
Respecto a dónde se mueven las personas, resaltó
que esta se da en mayor medida a la migración internacional, aunque la
migración en las ciudades es más difícil de cuantificar, puesto que se tiene un
desplazamiento para trabajar pero la gente vive en sus zonas de residencia; y
observa que hay migración permanente o definitiva hacia las zonas
metropolitanas, es decir, a la Ciudad de México o valle de Toluca.
Por lo anterior, ante el abandono del campo es
necesario que haya un acompañamiento no solamente del gobierno, sino también de
las instituciones, la academia, sociedad civil, y organizaciones no
gubernamentales para realizar un proceso de restauración del medio rural, para
tener territorios productivos porque no solamente es una cuestión de falta de recursos
económicos, sino también de que estén las personas y que tengan saberes
agrícolas y campesinos.
Aunado a ello, se necesitan partidas presupuestales
sólidas enfocadas al campo, y programas bien enfocados que aporten semillas de
buena calidad, tecnología y técnicas de restauración del suelo, esto último
recalcó, que es otro tema puesto que hay muchos suelos empobrecidos por el
manejo inadecuado; además el campo requiere incentivos para que las personas
permanezcan en los territorios donde puedan encontrar un proyecto de vida y
desarrollo para permanecer en su territorio.
Finalmente dijo que a lo anterior se deben sumar
los consumidores, ya que con las pautas de consumo se puede revisar si hay un
pago justo, si se consume local, y si el consumidor está consciente de que la
alimentación no supone sufrimiento de terceros, o trabajo infantil. Además de
que se requiere la construcción de políticas robustas, emanadas de la
experiencia política y académica de las personas.
______________________
Dr. Humberto Thomé Ortiz, investigador del Instituto de Ciencias Agropecuarias
y Rurales, de la Universidad Autónoma del Estado de México (Foto: Manuel Luna).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario