Recientemente, el Senado de la República discutió una
reforma para ampliar las capacidades de la Clave Única de Registro de Población
(CURP), la cual, es un código alfanumérico que funciona como registro
individual de los mexicanos y que busca ahora incluir una fotografía y huellas
dactilares en la CURP.
Esta modificación que añade datos biométricos para acompañar
esta clave y que fungirá como identificación oficial, es una buena idea según
la diputada formada como docente, Mónica Granillo, aunque se debe profundizar
su análisis.
“Yo creo que habrá que revisar ahí muy bien la propuesta que
se está generando y ver cuáles serían los pro y los contra, porque la CURP pues
desde que se hace el registro se tiene que considerar ya como parte importante
para integrar todos los expedientes que se requieren, pero yo creo que sí
habría que revisar qué estaríamos considerando como vulnerar al menor no, o al
infante, pero es buena propuesta”.
Y es que si bien, la propuesta abonaría a que los menores de
edad tendrían una identificación oficial como la credencial del INE para los
adultos, se deben asegurar entre otras cosas, las bases de datos de los
infantes.
“Sí eso es lo delicado, o sea si aquí nosotros tuviéramos
mucho más cuidado en cuanto al registro que se tiene a nivel nacional a lo
mejor no estaría esa duda, pero yo creo que sí habría que revisar bien, la
propuesta es buena, ayudaría muchísimo sobre todo por ejemplo en la
desaparición de las personas, en la desaparición de las mujeres, la
desaparición de los niños, pero hay que ver cómo manejar el tema que ahorita
está a lo mejor en una situación bastante complicada para cuidar y para respaldar
los derechos de los niños, yo creo que sí es una propuesta pero habría que
revisar bien cómo lo están trabajando y de qué manera podríamos asegurar que no
sean transgredidos esos derechos”.
Cabe señalar que ya hubo un primer intento similar en 2009,
durante el sexenio de Felipe Calderón, sin embargo, tal proyecto, no se llevó a cabo.
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