La salud mental de la sociedad

Por Gonzalo Gabriel Estrada Cervantes. 

Los últimos acontecimientos ocurridos en distintos estados del país y que involucran a individuos que han actuado de manera solitaria en contra de personas y animales nos obliga a analizar la salud mental de la sociedad posterior a la pandemia de la COVID-19.

Tal parece que aquel encierro obligado con motivo del virus nos expuso, a medios de información, principalmente la internet, a historias de violencia pura, dura y descarnada. A cualquiera hora, en cualquier día, encontramos programas sobre nota roja editados en distintos países y que han llegado por la televisión libre o de paga, sin ninguna censura; además de su proliferación en las grandes plataformas de películas y series a nivel mundial. Sí uno como ser humano en buena medida es lo que ve, nos estamos convirtiendo en una sociedad que retrata, graba y reproduce la violencia; vale aquí, citar al sociólogo y politólogo Italiano Giovanni Sartori “El homo Sapiens, producto de la cultura escrita se está transformando en homo videns, para el cual la palabra ha sido destronada por la imagen, La primacía de lo visible sobre lo inteligible, lleva a un ser sin entender, que ha acabado con el pensamiento abstracto”. Tomado de su ensayo “Homo Videns, la sociedad teledirigida”.

Y lamentablemente estamos reproduciendo hechos de violencia y conductas antisociales de toda índole, desde asesinatos hasta violencia sexual. Según algunas notas de prensa y estudios estadísticos, durante los casi dos años de pandemia se disparó el consumo de pornografía, de juegos de azar, y de acceso a programas de violencia. Lo que puede ser una de las causales de nuestras acciones una vez vuelto a las calles y a la vida “aparentemente normal” post pandemia.

Toca a los organismos internacionales y nacionales hacer una evaluación seria respecto de la salud mental de la sociedad, y abundar en las alternativas individuales de la gestión de las emociones de todos los individuos de la sociedad, principalmente en los niveles educativos.

Debe fortalecerse la prestación de servicios de psicología y psiquiatría en las instituciones de salud pública. Pues una sociedad enferma mental requiere atención urgente y no puede tener ningún tipo de desarrollo.

*El autor es Licenciado en Derecho, Maestro en desarrollo rural, ambiental y de la sostenibilidad. Diplomado en Unión Europea. chaloes@hotmail.com X:@GOGAES