Hablemos de la cuarta

Gonzalo Gabriel Estrada Cervantes*

Mencionar la cuarta nos remite a aquellas épocas de nuestra primera edad en que, por carecer de una regla métrica, mediamos a cuartas con nuestras manos; nos remite también a una de las cuatro partes iguales en que se divide un todo. Y en otras acepciones, la cuarta, es un látigo corto para las caballerías.

En el México político de hoy, la cuarta, la cuarta transformación es una serie de cambios constitucionales y de políticas públicas encaminadas a lograr un estado de bienestar, entendido en términos generales como el ofrecer protección a todas las personas que puedan encontrarse en una situación de dificultad económica y social en una época en un determinado país. En renglones relacionados con la salud, cultura, educación y servicios públicos, entre otros.

En resumen, la cuarta transformación y el estado de bienestar, significan el logro de una seguridad social para todos los ciudadanos y no solo para algunos, tanto en las ciudades como en el campo. En estos dos grandes espacios donde se desarrolla la vida de millones de mexicanos, es de destacar también la importancia histórica y socioeconómica de los campesinos y campesinas, hombres y mujeres rurales e indígenas, o para entenderlo más claramente: ejidatarios y comuneros que se desarrollan en la propiedad social integrada por los más de 32 mil ejidos y comunidades en todo el país.

Si bien estamos observando un proceso de feminización en el campo mexicano (generalmente por mujeres que acceden a los derechos agrarios por sucesión), también lo es, que nos estamos encontrando con una cuarta generación de sujetos agrarios que nos demanda hacer un análisis profundo de su rol en los ejidos y comunidades del país; la percepción y expectativas que tienen de vivir en el medio rural, porque podemos encontrarnos con un despoblamiento y abandono de las actividades primarias como el caso de las 2 941 005 hectáreas, de las 26 104 423 hectáreas de la superficie agrícola total del país, (CA-2022 INEGI), por ejemplo. Es menester saber las necesidades más apremiantes y expectativas de los núcleos agrarios del país, toda vez que su papel es fundamental tanto en el tema medioambiental como en el de la seguridad alimentaria.

Y ya que hablamos de la cuarta debemos también promover, garantizar y consolidar los derechos humanos denominados de la tercera y cuarta generación; como son en el caso de la tercera generación los derechos al desarrollo, a la paz, a un medio ambiente sano y a participar en el aprovechamiento del patrimonio común de la humanidad ; y en el caso de los derechos de la cuarta generación se destacan el derecho al acceso de la tecnologías de la información y comunicaciones dentro del contexto de una sociedad de la información al servicio de todos.

Si bien la cuarta transformación de la vida pública y política del país avanza hacia el estado de bienestar, beneficiando como nunca a la sociedad mexicana de todas las edades en sus distintos ámbitos sociales, en la mayor importancia focalizar los análisis y elaboración de políticas públicas hacia el medio rural, que territorialmente es más de la mitad de la superficie del país y que es el andamiaje vital que soporta a la sociedad urbana.

*El autor es Licenciado en Derecho, Maestro en Desarrollo Rural y Maestro en Derecho Ambiental y de la Sostenibilidad. Diplomado en la unión Europea.

chaloes@hotmail.com Twitter:@GOGAES