De la Cruz de los cuatro vientos, a la celebración de la Santa Cruz

 

El 3 de mayo, día de la Santa Cruz es una conmemoración que se asocia con los trabajadores de la construcción por lo que también es conocido como el día del albañil y de acuerdo con la tradición cristiana Santa Elena, la madre de Constantino encontró la cruz de Cristo en el monte Calvario, labor realizada por albañiles quienes encontraron tres cruces, identificándose la de Cristo por los varios milagros que realizó en esos tiempos.

Sin embargo, su origen en nuestro país no está necesariamente asociado con la cruz que llevo Cristo a cuestas, ya que eso no era conocido por los antiguos mesoamericanos, sino hasta la invasión europea, pero  estas culturas precolombinas ya consideraban fiestas en torno a una Cruz, la cruz de los cuatro rumbos, también conocida como la cruz de los cuatro vientos, donde algunas culturas encontraban en esta fecha la conjunción del paso del sol por el cenit, formando una cruz horizontal, y otra cruz vertical.

Y es que para los habitantes netamente agrícolas, su cosmovisión y su vida giraba en torno a la siembra por lo que en esta fecha se pedía al señor de las aguas el vital líquido para que las siembras del maíz pudieran continuar desarrollándose hasta llegar a tener una buena cosecha.

En el valle de Toluca, el simbolismo entonces giraba en torno a Muyë, señor de las aguas y los Mixes sus ayudantes, y de esas tradiciones tras la  mezcla de rituales y creencias, hoy en día, se continúa en las áreas rurales, celebrando ahora a la Cruz cristiana y solicitando a Cristo, por la abundancia del alimento en las milpas.

En la víspera se prepara maíz preferentemente negro, el cual se tuesta y posteriormente se muele para crear el pinole, y con el, recrear un atole, el cual se debe acompañar con tamales, los cuales se comparten entre las familias según la costumbre.

Pero también es el Día del albañil, ese personaje alegre y dicharachero, que en esta fecha, sea entre semana, o en fin de semana, convive, y disfruta de una comida, acompañada de bebidas y en ocasiones de música, el albañil agradece por el trabajo, y por los cuidados recibidos ante los riesgos de su labor.