Hace más de cien años en San Bartolomé Otzolotepec inició una de las representaciones de la pasión de Cristo con más tradición en el valle de Toluca, la cual, tras dos años de verse interrumpida por la pandemia, volvió a escena para la expectación de los habitantes de Otzolotepec y municipios vecinos.
De acuerdo con la tradición, desde el ocaso del jueves santo, ésta puesta en escena titulada “EL Mártir del Gólgota” inicia en la cabecera municipal donde los fariseos conspiran para aprender a Jesús, quien se encuentra en el Jardín de Getsemaní con sus discípulos, orando a su Padre.
Jesús se mueve, gira, se gacha, pero este Jesús que miran los habitantes no es de carne, este Jesús está hecho por manos artesanas de origen hoy, desconocido. Es una escultura que se mueve, es una escultura articulada a la cual buscan los soldados romanos, que han llegado acompañados de Judas Iscariote, le apresan, y están listos para caminar kilómetro y medio a la casa de Caifás para ser interrogado.
Durante la noche inicia el interrogatorio y la desacreditación de Nicodemo al Consejo por las acusaciones contra el Nazareno, sin embargo la conspiración sale avante y Jesús es encarcelado.
En el transcurso del viernes, Jesús es presentado con el gobernador romano de Judea, Poncio Pilato, quien no encuentra culpa y lo envía a Herodes, líder político de los judíos, el cual, sin poder encontrar forma de entablar diálogo, le regresa a Pilato.
Hoy en día Jesús es lastimado, y sangra cuando es castigado por los azotes de los soldados romanos, la escultura que hasta hace unos años miraban los habitantes dejó de usarse en esta representación por el deterioro del tiempo, su lugar es ahora ocupado por un actor oriundo del lugar, mostrando a un Jesús de carne y hueso, un Jesús que es puesto frente a la muchedumbre a lado de Barrabás, delincuente y guerrillero, y es que, sólo uno puede ser liberado en pascua.
“Habiéndolo examinado delante de ustedes, le halló inocente de cuanto lo acusan, lo mismo siente Herodes, puesto que no le quiere condenar a muerte, porque le consta que en él no hay malicia” (fragmento del diálogo de Poncio Pilato).
Los fariseos hacen su trabajo, gritan más fuerte y piden la libertad del malhechor, Pilato dice no entender cómo pueden pedir la muerte del Nazareno, pero ante la presión política y social, se lava las manos para dar cumplimiento a la sentencia: Muerte en la Cruz.
En este momento Jesús es conducido desde el Palacio del gobernador, le esperan 3 kilómetros hasta llegar al Cerro del Tezontle en Tetitla, conocido sólo por hoy como el cerro del Gólgota, Jesús carga un artefacto que hace más de dos mil años era el símbolo de la muerte, lleva a cuestas su propia Cruz, donde exhalará su último aliento en esa Cruz que hoy en día es el símbolo de esperanza y de fe para el cristianismo moderno, esa Cruz, que dio origen al “Mártir del Gólgota”.
(Crónica: Manuel Luna | Fotos: Claudia Luna).
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