Ofrenda de día de muertos: ofrendas en panteones

 

De acuerdo con creencias de la población mexicana, el 28 de octubre se rememora a aquellos que murieron por accidente o de manera trágica, el 30 de octubre a las almas de aquellos que se encuentran en el purgatorio, mientras que el 31 de octubre a quienes no fueron bautizados; el 1 de noviembre se recuerda a los niños y el 2 de noviembre a los adultos, esto, con algunas variantes según la región del país donde nos encontremos.

Esta festividad es resultado del sincretismo entre las culturas prehispánicas y el catolicismo, ya que la celebración actual no es totalmente como los antiguos pobladores mesoamericanos realizaban sus festejos.

En el México prehispánico no existía el cementerio, algunas culturas enterraban a sus muertos en el patio de su casa, en cenotes o en sitios ceremoniales, de acuerdo con la jerarquía del difunto; en otras, el fallecido era incinerado luciendo sus mejores ropajes.

Realizar ofrendas en los cementerios ocurrió años después de la independencia de México, tras la pandemia de cólera en 1833, ya que los cadáveres debieron enterrarse en espacios abiertos, alejados de la población donde los muertos no pudieran contagiar a los vivos.

Así, los cementerios transmutaron a un sitio ritual donde la convivencia se dio junto a las tumbas, las cuales, se convirtieron en reliquias durante el día de Todos los Santos.

Las ofrendas entregadas en estos lugares se relacionan principalmente con flores y algunos alimentos y bebidas; los cuales son para vivos y muertos, a diferencia de las ofrendas colocadas en los altares de los hogares, donde sólo se pueden tocar por los vivos, pasado el mediodía del 2 de noviembre.

La visita a los cementerios inicia el 1 de noviembre por la noche y madrugada del 2 de noviembre, para velar y convivir con los fallecidos por varias horas o hasta que amanece.

Este día 2 de noviembre, los familiares vuelven al panteón y llevan ofrendas al ser querido entendiendo como lo hace el pueblo Hñahñu: “la vida no termina con la muerte de una persona, sino que se trata del paso a una vida mejor”.