Con mucha inquietud esperaba el debate de ayer por la noche
entre los candidatos a la Presidencia de la Republica, que organizó el INE en
la blanca Mérida, quise estar a doc con una guayabera, pero no quise tener
problemas con el Instituto, así que opte por no usarla.
Es de reconocer que el INE hace un esfuerzo al presentar de
otra forma a los candidatos, y hace un gran esfuerzo aunque, aún se queda corto
en mostrarse como un agente innovador en nuestra democracia con tres nuevos modelos de debate,
la idea como he dicho, es aplaudible, sin embargo, a mi punto de vista de más a
menos, en interés, en fluidez, en captar la total atención; aún hace falta ser más
atrevido, por no decir independiente al organismo rector de las próximas
elecciones de julio.
Lo malo de este último experimento de debate, es que no fue un
debate, fue una muestra burda de entrevista, los moderadores plantaron las
interrogantes tal cual lo hacen en sus respectivos espacios, el formato no
permitió carear a los candidatos que cuando lo intentaron, los moderadores los
encajonaron a regresar al formato del debate, sin la comodidad de discernir
entre sus comentarios.
Los candidatos se han quedado cortos ante la gran expectativa
que tiene una sociedad como la nuestra, el lenguaje muy técnico en unos, no
permite conectar y permear con la gran mayoría de la población, y el simplismo
de los otros, raya de pronto en lo risible al ser su participación demasiado
ambigua. Los ataques a diestra y siniestra no han sido factor que revire
tendencias hasta ahora en la opinión general, por lo que desaprovechan todos,
la oportunidad de ampliar el conocimiento de sus propuestas hacia el electorado.
Ricardo Anaya llegó acorralado por las acusaciones que lo han
perseguido a lo largo de la campaña, sin el arropo de los Panistas destacados,
llegó con “la traición” y ausencia de los suyos, respaldado por un Frente
conformado por un PAN sin rostro, un PRD diezmado y la canción pegajosa de
Movimiento Ciudadano, con una visión futurista, cosmopolita, de tecnología,
pero le faltó llegar con un buen “baño de pueblo”, por eso no conecta y parece
que no conectará, no se puede tener un futuro pensando solamente en lo macroeconómico
y lo tecnológico si se descuida lo social, las propuestas de pequeños
emprendedores, de los comerciantes informales, que son informales por las
trabas para ser formales, porque ser formales y grandes empresarios “a fuerza”:
“no es normal”.
Andrés Manuel está tomando las mejores vacaciones de su vida,
se sabe presidente, y a risa forzada toma como vienen las acusaciones en su
contra por lo que no responde, evade preguntas y proposiciones de sus
adversarios, no le va a dar gusto al “Bronco” de quitar el gasto a su partido
si llega a ser presidente; evade preguntas que hace la ciudadanía a través de
los moderadores, ¿De dónde va a salir el recurso para sus propuestas? “Acabando
con la corrupción” no es una respuesta de fiar, se necesitan números, hacer
cuentas, que dicho sea de paso no sabe hacer, porque no es su fuerte, no es lo
suyo, y me hace pensar mal.
José Antonio Meade, ha hecho el mejor papel en los tres
debates, aprendió ya a ser candidato a la presidencia, tal vez, demasiado
tarde, como hice referencia antes, los debates no han sido hasta ahora, factor
para cambiar la opinión general. Hoy sabe “bajar el balón a su favor” que hasta
se dio el lujo de echarle porras a la selección de fútbol, aprendió a jugar, a
driblar, encarar y defenderse, pero sigue empeñándose en tener un autogol en
contra al no deslindarse –y no lo hará- del actual presidente y del PRI, porque
se puede, si tomará las palabras de Anaya de hacer justicia y actuar en contra
de quienes hayan obrado mal en la presente administración. Para infortunio del
economista, llegar a la presidencia depende de cómo el PRI mueva su maquinaria
el día de las elecciones, tal vez por eso no se deslinda.
Rodríguez Calderón da verdades que nadie toma, porque son reales, no puedes pensar en que la solución es el gobierno por sí sólo, y menos una sola persona: quien está al frente de ese gobierno; y en su también comodidad de último lugar en la opinión según las encuestas, se arrebata a “aventar pa’ arriba” propuestas que seguramente no aprobaría ningún congreso, unas, por ser literalmente malas propuestas, y otras porque no les convienen a los partidos ni a sus huestes como dejar de financiar a los partidos políticos, porque ¿De dónde van a vivir?, además que es riesgoso pues habría más delincuencia en las calles, sí, y no es metáfora, o ustedes creen que el crimen organizado no sería quien financie las campañas de los políticos que no tendrían economía más que la propia para postularse. Es la sociedad y gobierno quienes en conjunto mueven el rumbo del país, pero se necesitan gobiernos comprometidos y una sociedad activa y no floja, sí, dije sociedad floja, y que me calle el nulo abstencionismo el próximo domingo 1 de julio.
Carlos Puig,
Gabriela Warketin y Leonardo Curzio lo hicieron bien, enfatizar en que los
candidatos respondieran a las preguntas fue bueno, pero se olvidaron que no
estaban en sus espacios de información, debía ser un debate y no una entrevista
mediática.
Al final de los resultados del 1 de julio, es muy probable
que se confirme que los debates en nuestro país no definen elecciones, la
tendencia es clara, sin embargo, la elección no está saldada.
Manuel Luna
Imagen: Forbes
No hay comentarios.:
Publicar un comentario